Durante años, los contratos de telefonía móvil, internet y TV pagada en Ecuador incluyeron cláusulas que ataban a los usuarios a plazos de 24 o 36 meses, imponiendo penalidades elevadas por cancelación anticipada. Aunque el derecho a terminar un contrato siempre existió, en la práctica era difícil ejercerlo y poco conocido.
Con la Resolución ARCOTEL-2025-0126, esta realidad cambia: la terminación unilateral de contratos de telecomunicaciones ya no solo es un principio general, sino una regla clara, reforzada y obligatoria que protege a los consumidores.
Ejemplo típico: firmabas un plan de celular en 2022, con permanencia mínima de 3 años. A los 8 meses, el servicio era deficiente y querías cambiarte de operadora. La respuesta era casi siempre la misma:
“Debe pagar la multa por cancelación anticipada”.
“El contrato lo obliga a cumplir los 36 meses”.
En otras palabras, aunque tuvieras razones válidas, estabas atrapado.
La Resolución ARCOTEL-2025-0126, publicada en agosto de 2025, refuerza los derechos de los abonados y clientes.
Estos son los puntos clave:
Terminación unilateral sin penalidades abusivas
El usuario puede cancelar el contrato en cualquier momento.
La operadora solo puede cobrar los valores pendientes hasta la fecha de corte.
Se eliminan las permanencias forzosas y las multas desproporcionadas.
Cláusulas abusivas inválidas
Cualquier disposición que limite injustificadamente la libertad del consumidor se considera “no escrita”.
Transparencia y formalidad
El consentimiento del usuario debe ser claro y constar en un contrato accesible, físico o digital.
Protección de datos personales
La identidad del usuario debe verificarse mediante mecanismos seguros (documento, validación multifactor o biometría opcional).
Los datos solo pueden usarse para fines contractuales autorizados.
Puedes cambiar de operadora cuando quieras, sin temor a penalidades ocultas.
Si tu contrato todavía incluye cláusulas de permanencia de 24 o 36 meses, esas condiciones son inválidas.
Ganas mayor poder de negociación y acceso a mejores servicios.
La reforma de ARCOTEL no crea un derecho nuevo: el usuario siempre pudo terminar un contrato. La diferencia es que ahora la norma lo establece de forma expresa, cerrando la puerta a cláusulas abusivas y facilitando su aplicación práctica.
En un sector donde durante años la letra pequeña jugaba en contra del consumidor, hoy la regla es clara: ninguna permanencia puede obligarte más allá de tu voluntad.